Adiós al conflicto sobre la hora de vuelta a casa ¿Quién en su etapa adolescente no quiso quedarse más rato en la calle con los amigos?
En mi caso siempre intentaba rascar 15 minutos más, a lo que mi madre respondía restándole 15 minutos a mi hora de llegada, por lo que al final aceptaba la hora que ella había impuesto desde el primer momento.
Pero eso tiene un nombre: autoritarismo.
¿Podemos hacerlo diferente? Por favor y gracias. Sí, sí y sí.
El horario para volver a casa no tiene por qué ser una batalla constante. Siempre debes tener claro que esa negociación que tu adolescente quiere mantener es sana, así lo hará el día de mañana cuando tenga que negociar con su jefe las vacaciones, el sueldo o el puesto.
Por supuesto, nunca vais a tener una misma opinión sobre la hora de vuelta. Para ti siempre será tarde y para tu adolescente pronto. Pero en tu mano está poder gestionar esta negociación desde la calma o entrar en conflictos que nunca terminan.
Debéis hacer una puesta en común: qué busca el adolescente (libertad, independencia, disfrutar…) frente a lo que tú necesitas (que esté a salvo, que vaya aprendiendo poco a poco…), es una tarea intensa la de escuchar las diferentes peticiones pero tú eres la persona adulta y quien debe tener claro hasta dónde puedes ser flexible y por qué, negociar, llegar a acuerdos y vigilar que se cumplan.
Parece difícil pero no es imposible, te lo prometo.
Contenidos
- 1 Adiós al autoritarismo
- 2 Desde la primera salida hay una hora de llegada:
- 3 Ponte las orejas de escuchar:
- 4 Hablar en calma:
- 5 Obligaciones vs salidas:
- 6 El horario acorde con el cerebro:
- 7 Contrasta información:
- 8 También hay límites fuera de casa:
- 9 Así como el que no quiere la cosa, te enteras:
- 10 Ante notario:
Adiós al autoritarismo
El autoritarismo no funciona y tiene un coste demasiado alto: la desconexión.
Si intentas imponer tu opinión, tendrás un adolescente constantemente enfadado.
Hay límites que no se pueden saltar, eso está claro, pero hay otros en los que puedes y debes ser flexible.
Pero en la negociación no solo debes hablar tú, la persona adolescente también tiene voz y necesita ser escuchada. Si esto te genera conflicto, te recomiendo que veas este vídeo que compartí en mi canal de Youtube «¿Quieres paz o conflicto?»
Negociar es la herramienta más poderosa que puedes usar ahora. Teniendo en cuenta que no hace falta luchar todas las batallas que te presente el adolescente, a veces, una retirada a tiempo es una victoria.
Desde luego la hora de vuelta a casa es un buen momento para que tu adolescente practique su habilidad de negociación. Voy a dejarte un paso a paso para ayudarte a decirle adiós al autoritarismo y comenzar a negociar.
Con este breve manual podrás decirle adiós al conflicto sobre la hora de vuelta a casa ¿Quién en su etapa adolescente no quiso quedarse más rato en la calle con los amigos?
Desde la primera salida hay una hora de llegada:
Ese día que tu adolescente va solo por primera vez a casa de un amigo, a entrenar o a preparar un trabajo de clase, tenga la edad que tenga, es el momento de establecer un límite, el de la hora de llegada.
Explicándole por supuesto que este límite tiene un para qué: no retrasar los horarios familiares, poder realizar después otras actividades, velar por su seguridad…
Ponte las orejas de escuchar:
Escucha y comprende sus razones y su visión en este debate. No juzgues y no critiques. Practica el bello arte de empatizar, no necesitas estar de acuerdo pero si comprender sus razones.
Si sientes que tu adolescente no te escucha, lee este artículo del blog «Mi adolescente no me escucha, ¿qué puedo hacer?»
Hablar en calma:
Si tenéis prisa, cuando estáis cansados o enfadados no es buen momento de hablar de la hora de vuelta a casa.
Por el contrario mientras coméis o cuando volvéis a casa en coche (si es después de entrenar mejor, las endorfinas tienen un potente efecto para conversar).
Si tu adolescente te contesta mal con facilidad, te recomiendo que leas «¿Qué hago si mi adolescente me contesta mal?»
Obligaciones vs salidas:
Las obligaciones de tu adolescente no deben verse alteradas por el horario de salidas. Eso si, el ocio es tan importante como la obligación.
Si las obligaciones no le permiten tener suficientes ratos de ocio, es necesario sentarse a revisarlas.
El horario acorde con el cerebro:
No hay una hora establecida de vuelta a casa para los 12, 14 o 16 años, dependerá siempre de su grado de madurez y del contexto de la situación.
¿Cómo valorar su grado de madurez? Según su grado de compromiso y de cómo responda a otras obligaciones.
La hora de vuelta a casa nada tiene que ver con la edad sino con el momento de desarrollo cerebral del adolescente.
Tampoco es igual para alguien que vive en un pueblo que otro que viva en una gran ciudad o un barrio tranquilo de un barrio conflictivo.
Contrasta información:
Es posible que el argumento de tu adolescente para volver a tal hora sea “es que todos vuelven a esta hora”. Está bien, ponte en contacto con los padres de los amigos de tu hijo o hija. Es necesario que tengas sus números de teléfono, saber a qué hora regresan sus hijos y si vuelven solos o les recogen, pues podéis turnaros para hacerlo o poneros de acuerdo en el horario para que vuelvan todos juntos.
Por supuesto, tu adolescente aceptará mejor su hora de vuelta si coincide con la de sus amigos.
También hay límites fuera de casa:
Es necesario tener esas conversaciones incómodas acerca del alcohol y las drogas que pueden ofrecerles cuando salen. También de cómo tratar a otras personas, de respetar el “no” de alguien que no quiere conocerte o salir contigo a solas, y de qué hacer si están en peligro o no se sienten cómodos.
Otro límite importante es contestar a tus llamadas. Evidentemente si le llamas cada 5 minutos te terminará bloqueando pero un buen límite puede ser establecer que (al menos en las primeras salidas) le llamarás a media tarde o que si llega más de 5 minutos tarde es obligatorio que te llame.
Así como el que no quiere la cosa, te enteras:
Espiar a tu adolescente nunca es una buena opción y además tendrá consecuencias muy negativas para vuestra relación. Interrogar tampoco es buena idea.
Pero puedes enterarte de qué va a hacer, con quién va a ir, a donde y si van a gastar dinero en conversaciones informales.
Invita a casa a esos amigos con los que más relación tiene, a esos nuevos con los que quiere salir y a los de toda la vida también. Conocer a sus amistades es importante.
Que pueda salir solo de casa no significa que pueda ir y hacer lo que quiera sin límites, paso a paso, ese momento llegará.
Ante notario:
Tú mejor que nadie sabes qué os funciona mejor.
Dependiendo del grado de compromiso de tu adolescente, podéis firmar un acuerdo escrito que recoja la hora pactada y las peticiones de ambas partes.
Verba volant, scripta manent decían los romanos y qué razón tenían. Una vez redactado el acuerdo y estando ambas partes conformes, nadie podrá alegar que tú has dicho que yo podría que tal y que cual…
Llevar a cabo esta negociación desde la calma, te ayudará a mantener la paz familiar. Como sabes, habiendo adolescentes en casa, esto es fundamental.
Si este breve paso a paso te ha sabido a poco, te invito a que accedas ahora mismo al Minicurso Gratuito «Las 10 claves para decirle adiós a los conflictos con tu adolescente».
Recuerda: en toda la negociación el respeto y la cordura deben salir de ti. No le exijas a la persona adolescente que te respete y no pierda los papeles sin cumplir tú primero con esa expectativa.




